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Toros de la prosperidad
Según los lugareños, hace años la ciudad de Pucará (Puno) sufrió una sequía que preocupó a los lugareños, por lo que un aldeano decidió dar un toro como ofrenda al dios Pachacamaq.
Se dice que subió con el animal hasta llegar a la roca de Pucará y comenzó a hacer sus ruegos; al principio el toro se resistió y en el forcejeo uno de sus cuernos perforó la roca y milagrosamente salió de ese lugar suficiente agua para abastecer a la ciudad y no sufrir más los estragos de la sequía.
A partir de ese momento, el toro se convirtió en un elemento ritual que significaba protección, fuerza, vitalidad, prosperidad, abundancia y riqueza, así como protector de los hogares.
Razón por la cual en la sierra peruana observarás toritos colocados en los techos de las viviendas o en la puerta principal. En la actualidad puedes comprarlo esta figura simbólica en diferentes tamaños y colores.
Lo recomendable es tener dos toritos en casa, según esta tradición la dualidad asegura la protección y felicidad.